miércoles, 23 de junio de 2010

"Naturaleza en apuros"



El sol estaba más sofocador que de costumbre, el ambiente era denso, los enormes rayos solares penetraban hasta los huesos; la pequeña niña no soporto más y se recostó debajo de un árbol en busca de sombra.

Los ojos de la pequeña comenzaban a fallar, vislumbro unas guitarras caminando por si solas huyendo de el calor, sus ojos se cerraban poco a poco. Se quedo dormida; en su sueño las pequeñas hojas de los árboles bailaban sobre ella al compás de unas guitarras con parasoles, podía percibir el olor de una limonada bien fría, con los cítricos recién cortados, en ese momento escucho una voz gruesa y entrecortada -¡que calor hace!-, la niña se dio cuenta de que comenzaba a despertar, asustada voltio a todos lados buscando esa voz quejumbrosa que le había asustado el sueño y volvió a escuchar -este calor ya no es normal-, la voz provenía de arriba, era el árbol el que filosofaba, la niña contesto -si, mucho calor, por eso he buscado tu sombra- el bello árbol comenzó a reír dejando caer unas cuantas hojas -si, afortunados los humanos-dijo - mi sombra esta a disposición del señor sol...hasta que el no decida irse seguiré con calor-, -¿calor?- pregunto la niña, -¿los árboles pueden sentir calor?-, -oh si, tanto como que podemos hablar-.

1 comentario:

Eros dijo...

Genial!
No sé si entendi lo que quisiste decir con esto,pero lo interpreto.
Insisto en que es adorable la manera en que ves el mundo,tan magica,tan especial,tan simple y tan descomunal.
Como dice mi maestro: "La mano del hombre,diabolica,puso su firma en el deterioro de la naturaleza."
Me alegra que escribas algo sobre esto,me encanta que te interese,me gusta que lo expreses... Caray,Te Amo!
Tu niño. :)